miércoles, 11 de mayo de 2016

FEDERACIÓN ANDALUZA DE CONSUMIDORES

NP nuevaConsumidores AL-ANDALUS

06 de mayode 2016

Evita los engaños con la información

AL-ANDALUS te da las pautas para evitar revisiones del gas fraudulentas, además de advertir sobre el abuso en la propina por la compra de la bombona.

A diario los consumidores estamos expuestos a prácticas contrarias a nuestros legítimos intereses, e incluso a fraudes: Venta de productos con existencias limitadas o que nunca llegaron a existir, falta de información básica sobre productos, cobros indebidos, estafas financieras, etc.

Paradójicamente, muchas de estas actuaciones son socialmente aceptadas, considerándose parte de una picaresca mal entendida y arraigada en nuestra cultura. Aunque la mayoría no provocan daños o perjuicios relevantes, sí atentan contra nuestros derechos fundamentales.

Algunos de ellos están relacionados con un suministro como puede ser el gas donde podemos encontrar prácticas abusivas tanto en temas de revisiones e incluso en el mismo cobro de la bombona que nos llevan a domicilio. Desde AL-ANDALUS, informamos a los ciudadanos sobre cómo evitar este tipo de fraudes, y en el caso de que sucedan, saber cómo solventarlos.

Revisiones fraudulentas de gas

Muchos han sido los andaluces que han sido estafados por el denominado “timo de la goma de butano”, la mayoría de ellos personas mayores que viven solas y se muestran confiadas.

Se presenta en el domicilio un supuesto revisor del gas que enseña una acreditación falsa y que, argumentando la obligatoriedad que tiene el propietario del inmueble de mantener en buenas condiciones su instalación y el riesgo que supone el deterioro de cualquiera de los elementos que la componen, convence al usuario para que le deje entrar y hacer la revisión.

Para justificar la utilidad de su servicio suelen sustituir algún elemento de la instalación, normalmente la goma o manguera que une la bombona con la instalación, aduciendo que está en mal estado o caducada. Tras esta operación, el usuario agradecido por haberle evitado ser víctima de una intoxicación por inhalación de gas o algo peor, como una explosión, le abona la cantidad que el falso revisor le requiere por una revisión que carece de validez e incluso puede poner en entredicho su seguridad al haberse manipulado algunos elementos de la instalación por personal no cualificado.

También se da el caso de empresas que, para predisponer a los usuarios a aceptar sus servicios y contrarrestar los recelos que éstos puedan tener, dejan cartas en los buzones de los usuarios advirtiendo que en unos días un operario se pasará por su domicilio para hacer la revisión. En la misiva suelen utilizar los logotipos de las empresas suministradoras de gas y mencionar que son entidades colaboradoras de las mismas.
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Para evitar ser estafados por los falsos revisores del gas, los usuarios debemos saber que:

        Es nuestra obligación mantener en perfecto estado de conservación la instalación receptora de gas, para lo cual deberemos revisarla periódicamente cada 5 años.
        Podemos acudir libremente a cualquier empresa instaladora autorizada por la administración competente. La elección es nuestra. Es conveniente consultar precios y desconfiar de quien llame a nuestra puerta ofreciendo estos servicios sin que se hayan solicitado.
        Estamos en nuestro derecho de exigir la presentación de documentación acreditativa a aquellas personas que se presentan en calidad de revisores o instaladores.
        Sólo serán válidos, a efectos de revisión, los servicios prestados por empresas e instaladores autorizados por la correspondiente administración competente.
        Una vez realizada la revisión, el instalador extenderá un certificado acreditativo por triplicado cuyo original corresponde al usuario, quien deberá hacer llegar una copia a la empresa suministradora.
        Siempre debemos solicitar factura de las cantidades abonadas, ya que es fundamental en caso de que haya que presentar una reclamación.

El abuso de la propina por la bombona

Se ha generalizado el cobro por parte de numerosos repartidores de bombonas de una cantidad añadida, en concepto de propina, al precio establecido oficialmente por este producto. Los usuarios suelen abonar esta cantidad por desconocimiento del precio real de la bombona o por evitar el enfrentamiento con el repartidor, sin embargo debemos saber que estamos ante una práctica irregular.

Si nos exigen el pago de una propina por la entrega de la bombona, ¿qué podemos hacer?

Los distribuidores autorizados tienen la obligación de suministrar el producto en la puerta del domicilio del consumidor por el precio oficial publicado en el BOE, siendo la propina un acto voluntario por parte de los usuarios, es más estos tienen derecho a que le devuelvan íntegramente el cambio, aunque este sea 1 céntimo.

Si somos víctimas de este abuso, podemos denunciar al repartidor ante nuestro distribuidor autorizado, y si éste no aplica las medidas oportunas para la corrección de la situación, ponerlo en conocimiento Repsol o Cepsa, según corresponda.

Además, ésta y otras noticias sobre consumo pueden consultarse en las redes sociales
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